En el siglo v de nuestra era, las invasiones de diversos pueblos germánicos pusieron fin al imperio romano de occidente. Entonces se dividió en numerosos reinos controlados cada uno por un pueblo invasor diferente: España por los visigodas, Francia por los francos, Italia por los ostrogodos, etc. estos hechos transformaron por completo la organización política, económica y social de Europa occidental y abrieron una época de la historia: la edad media, un largo período de diez siglos durante los cuales se gestaron y empezaron a desarrollarse las actuales naciones europeas. A raíz del colapso del imperio romano, la forma de vida sufrió una gran transformación: la antigua unidad imperial se fragmentó en pequeños reinos que adoptaron un sistema económico basado en la posesión de la tierra: el feudalismo.
Alrededor del siglo XII, Europa empezó a cambiar paulatinamente: el feudalismo entró en crisis, las monarquías se fortalecieron y aparecieron las primeras ciudades, focos de intensa actividad comercial y cultural. Este es el segundo período de la edad media, que se conoce como la baja edad media, la ante sala histórica del renacimiento.
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